Existen características propias de cada uno que a veces incomodan, pero que no debieran definirse como defectos, ya que no necesariamente se caracterizan por ser "negativos". En este post (creo uno de los más personales que he escrito) explico algunas de estas características que creo han humanizado mi carácter algo frío y racional. - Reacciono lento cuando me pasan algunas cosas, especialmente aquellas que me tocan la fibra emotiva (los te amo, esto no da para más, etc. son de lenta digestión y sus reacciones posteriores son bien estudiadas). Creo que, en ese ámbito, pese a que busco bien en mis sentimientos, al final, la pienso más... de hecho, no me veo en una escena de celos (por lo menos, no la he hecho hasta ahora). - Todo lo que aprendo pero que no practico, se me olvida (esto es siempre, lo que me ha acarreado más de algún problema). Ejemplo clásico: por más que me enseñen no sé comprimir/ descomprimir archivos. - No sé inflar globos (bueno, hay gente que no sabe silbar, yo ahí me defiendo). - Si me subo a una silla para arreglar algo me mareo... tengo que hacerme las ganas, pues despegar mis pies del suelo es algo que me desagrada mucho (lo raro es que en edificios no me pasa lo mismo). Ahí debe ser el por qué creo ser una de las pocas personas que ODIA ir a Fantasilandia. - Cuando me hacen cosquillas de manera muy brusca, me... duele (¿?). - Camino rápido y miro la cara de la gente, pero no proceso información (o sea, es más que nada una visión panorámica, cosa de no caerme o chocar con algo/alguien... entonces, no ando procesando rostros, ni situaciones... soy lo que se denominaría una volada). - Siempre ando pensando en más cosas de las que estoy atendiendo en ese momento. - Soy pésima para mentir... a las inocentes víctimas de mis escasas mentiras, tengo algo que decirles: ¡¡son unos pavos!!
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Todos tenemos detalles extraños. Yo por ejemplo, no puedo entender cómo algunas personas pueden andar en bicicleta sin manos y yo no. O mantenerse flotando en posición vertical en la piscina, el mar o cualquier masa acuática que no permita tocar el fondo con el sólo hecho de mover los pies. A veces hay cosas que parece que todo el mundo puede hacer menos uno.
Salu2,
Ficción en Pulpa