Siempre la he evitado. Acarrea problemas el acompañarse de ella. Dicen que se le pilla más rápido que a un ladrón. Y creo que eso es verdad. Pero caí... me acerqué a ella y hoy sufro las consecuencias de sentir mi conciencia intranquila. Expongo mis razones con el fin de sacarme esta extraña sensación de haber acudido a esta vil maniobra para salvar mi pellejo (más que eso, mostrarme como digna, aunque no me sintiera así). Ocurre que hay mentiras llamadas "piadosas" (o "blancas") cuando decimos una de ellas pero sin la intención de dañar a un otro, para quedar bien ó para no causar un problema mayor (como el clásico ejemplo de cuando un hombre le dice a su pareja que se ve bien, aunque realmente no lo crea). Pero lo mío no cabe en esta categoría. Pese a que nadie va a salir dañado, ocurrió que más que en el otro, pensé en mi. En que no me vieran vulnerable, en que no descubrieran que tras un rostro calmado había un torrente de emociones que iban a salir en cualquier minuto y que, por lo tanto, era mejor disimular. Generalmente digo todo lo que siento y pienso, así que esta situación me dejó realmente incómoda: yo no soy así ó, por lo menos, trato de no serlo.
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Vamos pau, que te moleste y estés intranquila es un muy buen primer paso...... para no repetir