Nunca me he puesto un piercing (alguna vez lo deseé, pero se me olvidó... así de importante era). No me he hecho un tatuaje. Nunca me he teñido el pelo de un color muy distinto al mío. Tampoco he usado pantalones rajados o cosas así. Los cinturones con encrustaciones no son de mi estilo. Pese a que me encantan las ferias artesanales, nunca logré enganchar demasiado con eso. No uso aros (a no ser que sea indispensable), ni anillos, ni pulseras. Es más, durante buena parte de mi vida no pude usar nada que no fuera de oro. Digamos que tampoco pasé la etapa propia de la junventud de querer identificarme del resto buscando una apariencia en particular. Soy sobria (tal vez para algunos, fome) a la hora de elegir qué ponerme. Trato de vestirme bien y de pintarme lo necesario, pero sin que nada de esto me complique. Las circunstancias laborales (mi práctica este año) han hecho que me vuelva más formal (incorporándose a regañadientes los tacos a mi closet). Dentro de eso, trato de sacarme partido (lo que se pueda), pero no creo ser de las que llama la atención cuando llega a un lugar. Prefiero el bajo perfil, destacar por el físico no creo que sea mi fuerte.
|
Piola. Me agrada eso. Yo tb tengo una sensacion imilar respecto a mi, me gusta ser mas bien "bajo perfil" y no me gusta usar nada como collares, pulseras, nisiquiera cadenitas.
Saludos!